Pueblos Mágicos

Querétaro es un estado que ha sido bendecido por seis Pueblos Mágicos, cada uno de ellos con una esencia única que destaca por el valor de sus tradiciones y su riqueza cultural.

Te invitamos a darte una vuelta por los rincones más bellos de nuestro estado, porque nunca terminamos de conocerlo, y sin duda, hallarás tu lugar favorito a través de nuestros caminos.

Comenzando por la siempre auténtica Sierra Gorda, Jalpan de Serra es un pueblo que conjuga lo natural de sus parajes con el patrimonio que ha trascendido en su historia.

Jalpan acoge a dos de las cinco Misiones Franciscanas, y entre laderas se ubica la Presa Jalpan, donde cohabitan distintas especies que dependen de la vida que provee este sitio y que tú puedes disfrutar de cerca con un paseo en kayak o recorrido en bicicleta acuática.

Siguiendo en la Sierra, pero oculto entre la niebla y los altos montes, San Joaquín es punto de encuentro para el folclore del huapango.

Con miradores fascinantes, este destino te regala las mejores vistas de invierno. Aquí, puedes visitar Gruta Los Herrera para deleitarte con sus formaciones rocosas, conocer la zona arqueológica Ranas y probar el exquisito licor de manzana típico de la región.

El mejor exponente de las bondades del semidesierto es Cadereyta, que, con sus atractivos, tanto la aventura como la tranquilidad se vuelven opciones a tu alcance.

Y es que, si en algo destaca Cadereyta, es en su gran variedad de actividades, desde internarse en sus antiguos pueblitos como El Doctor o Maconí, hasta conocer sus jardines botánicos, pasear en lancha en Tzibanzá o desayunar barbacoa en Boyé.

Bernal con su imponente Peña es la postal predilecta de los viajeros. Un pan de queso, dulces de leche, gorditas de maíz quebrado y nopal en penca son la gastronomía local que no puedes perderte, como tampoco subir a la Peña y tomarte una michelada en sus andadores. Visitar este Pueblo Mágico es el mejor plan de fin de semana para salir con tu familia o amigos.

Unas de las calles más pintorescas del estado las puedes encontrar en Tequisquiapan, un pueblo que reparte generosidad en forma de queso y vino. Viñedos, minas de ópalo, vuelos en globo y talleres de cestería son los íconos de este lugar, del cual no puedes irte sin antes disfrutar de una comida deliciosamente servida en alguna terraza, con la música de los boleros acompañando tu velada.

Si de artesanías hablamos, Amealco es uno de los exponentes más importantes. Conocido por ser cuna de las muñequitas Lele y Döntxu, este pueblo tiene dos comunidades indígenas hñahñu que crean los hermosos bordados que decoran las muñecas y sus vestimentas que también embelesan a sus visitantes.

Las personas más longevas resguardan conocimientos de herbolaria y cerámica, que las generaciones más jóvenes promueven y transforman para hacerlos llegar a ti. Conoce sus rutas campestres y permítete aprender las tradiciones como lo hacían nuestros antepasados.

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