La cocina tradicional de Lupita Hernández
En PANORAMA
A pesar de la dificultad de reconocer la cocina tradicional o típica de la gastronomía queretana, con fronteras poco discernibles con los platillos de otros estados —las enchiladas queretanas comparten características con las mineras, los guajolotes con los pambazos—, es posible pensar en platillos arraigados en las raíces de sus pueblos. La cocina tradicional de Lupita Hernández y su familia, ubicada en la comunidad indígena de La Laja, al norte del municipio de Cadereyta de Montes, es un ejemplo.
Una propuesta sin lugar a dudas exótica, ancestral. De hecho, Lupita se ha esforzado en promover la gastronomía de recolección como una forma de supervivencia del conocimiento de sus antepasados otomí chichimecas, en el uso de las recetas e ingredientes tomados de estas tierras poco urbanizadas pero ricas en plantas, animales e insectos que han constituido la dieta de estas comunidades desde hace siglos. Entre los principales ingredientes para salsas y platillos que han aprendido de generación en generación se encuentran los hongos silvestres, insectos como el chinicuil, las shotanas (gusanos de maguey blanco), las tantarrias, los escamoles, las flores del maguey, de calabaza, algunas frutas semidesérticas o animales que anteriormente eran de caza y que en nuestros días pueden criarse, entre otros.
De hecho, su cocina de humo es una experiencia gastronómica accesible para el público, con la oportunidad de participar en la preparación de algunos platos, poner las tortillas hechas a mano y disfrutar de un platillo completamente inusual y exquisito. Además, Lupita cuenta con un canal en la plataforma YouTube llamado sazones y sabores de mi tierra Lupita Hernández, donde prepara algunas de estas recetas ancestrales