DESCUBRE EL SABOR DEL PASTEL DE CAZUELA

En Gastronomía

Por: Edgar Cruz Delgado

 

 

La gastronomía queretana es variada, deliciosa y extensa. Lo que se come en la ciudad no es lo mismo que consumen los habitantes de la Sierra Gorda, ni lo que los hñahñú de Amealco o los de Villa Progreso sirven en sus fiestas. Y, aunque en cada lugar se aprovechan los recursos que el entorno provee, los ecosistemas, las culturas y los pueblos son tan diversos como las ollas que se llenan de sabrosos guisados, ingredientes que se aderezan con elaboradas salsas, se saltean en cazuelas de barro y se sirven en platos elaborados por artesanos.

 

Puede que nuestra cocina tradicional no sea tan conocida como las de otros lugares, pero esto nos da la ventaja cada vez que vemos en nuestras mesas nuevos platillos que nos sorprenden y nos dejan con un muy buen sabor de boca.

 

Recetas antiguas con sabores conventuales, platillos que narran la historia de su pueblo, antojitos que recuerdan fiestas y rituales, o guisos con sabor familiar nos hacen recordar lo maravilloso que es nuestro estado y lo rico que es vivir en él.

 

¡Recorrámoslo a través de sus sabores y descubramos a qué sabe Querétaro!

 

 

Pastel de cazuela

 

Existen rincones en el estado que en algún momento fueron verdaderas maravillas de la arquitectura novohispana, pero que, con el paso del tiempo, el deterioro natural y la expansión de los pueblos pronto quedaron en el abandono, que subsecuentemente terminó por destruirlas. Tal es el caso de la hacienda de San José Buenavista, al norte de la capital queretana. Donde antes existió una de las haciendas con mayor extensión entre los límites de Querétaro y Guanajuato, ahora solo permanece una capilla que se niega a desaparecer y unos cuantos muros vetustos que se vuelven invisibles frente al ir y venir de los habitantes de la comunidad. Afortunadamente el recinto religioso fue incluido como sitio protegido en la declaratoria de “Camino Real de Tierra Adentro” emitida por la UNESCO, lo que no solo asegura su conservación, sino que también nos da una idea de la importancia que este sitio tuvo para los viajeros que cruzaban el estado hacia otros destinos como San Miguel de Allende o San Luis Potosí.

 

La familia Jiménez, que ha vivido en Buenavista (en el pueblo que quedaría como legado de la gran hacienda) desde varias generaciones, prepara de manera peculiar un pastel en los cumpleaños y ocasiones especiales: en vez de ir servido en un platón o charola, se cocina dentro de una cazuela. Ellos cuentan que esta receta se le preparaba al dueño de la hacienda o a los invitados especiales para agasajarlos con la originalidad y el dulzor del postre. Su origen se debe a que, en cierta ocasión en la que sus cocineras preparaban el pastel, por accidente lo tiraron y con tal de no desperdiciarlo lo metieron dentro de una cazuela de barro para poder presentárselo, sin embargo al hacendado le agradó tanto que a partir de esa fecha sus pasteles de cumpleaños se comenzaron a hornear dentro de la cazuela.

 

Esta receta está considerada para una cazuela grande, no obstante se pueden utilizar 6 pequeñas para preparar porciones individuales. El chocolate que se usa para cubrir el bizcocho originalmente es de tableta, pero puede suplirse por el de repostería o de cobertura.

 

                              

Rinde: 1 o 6 piezas

Categoría: Panes y Pasteles

Recuperada:

Cocinera (o): Familia Jiménez

Tiempo:

Zona: Buenavista

Tipo: Hacienda: San José Buenavista

Época: Virreinal

 

 

He tratado de averiguar qué “dueño” de la hacienda pudo haber sido el primer comensal de este pastel único. El fundador de ella fue Alonso de Villaseca, quien adquirió su fortuna por medio del comercio de granos de cacao (lo que podría explicar la presencia del chocolate en la receta); o bien podría haberse tratado de Miguel Pérez de Andaboya y Santa Cruz, marqués de Buenavista, quien fue su propietario en el segundo cuarto del siglo XVIII. En fin, solo las viejas paredes que alguna vez se erigieron orgullosas para la protección de los bienes y habitantes de la antigua hacienda de San José Buenavista, conocerían el verdadero secreto.

 

 

Ingredientes

Procedimiento

Para el bizcocho

  • 6 huevos separados
  • 90 gr de harina de arroz
  • 90 gr de harina de trigo
  • 2 cdas de ajonjolí tostado
  • 60 gr de azúcar
  • 1 cda de canela en polvo
  • 1 cdita de polvo para hornear

Para humedecer el bizcocho

  • 250 ml de leche
  • 50 ml de ron
  • 50 gr de chocolate de tableta

Para la cobertura

  • 120 gr de chocolate
  • 60 ml de leche evaporada
  • Ajonjolí c/s

Utensilios

  • 1 cazuela grande o 6 chicas

Para el bizcocho

  1. Monte las claras e incorpore de forma envolvente las harinas, el azúcar, la canela, el ajonjolí, el polvo y las yemas

Para humedecer el bizcocho

  1. Caliente la leche y disuelva el chocolate
  2. Deje enfriar la leche y añada el ron

Para la cobertura

  1. Caliente la leche y vierta sobre el chocolate. Mueva hasta que se haya disuelto por completo

Para armar el pastel de cazuela

  1. Vierta la mezcla del bizcocho dentro de la o las cazuelas (solo debe cubrir ¾ o puede derramarse)
  2. Hornee a 180° hasta que el bizcocho esté cocido
  3. Humedezca el bizcocho con la leche
  4. Cubra el bizcocho con el chocolate derretido y cuando éste se solidifique, espolvoree con ajonjolí

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