Tequisquiapan, el corazón turístico de Querétaro.
En Diversión
Además de sus días soleados y aguas termales, el Pueblo Mágico de Tequisquiapan —o Tequis, como le dicen los locales— es famoso por conservar entre sus calles el encanto colonial queretano.
Fundado alrededor del año 1551 entre la ribera de un río con sauces y sabinos, este pintoresco pueblo fue tierra de haciendas agrícolas, templos y barrios indígenas. Gracias a su pasado, Tequisquiapan hoy equilibra su oferta hotelera y de descanso con experiencias tradicionales para toda la familia: mercados de artesanías locales, fiestas populares en los barrios vecinos y sus comunidades, además posee una deliciosa herencia gastronómica con platillos del semidesierto, como la barbacoa de borrego hecha en horno de tierra, gorditas de maíz, enchiladas y el «mole fiestero», una mezcla de chiles y especias.
Entre el ajetreo de la ciudad y la rutina semanal, Tequisquiapan ofrece una pausa, un respiro con caminatas por sus callejones, domingos familiares y recorridos por sus coloridas calles adornadas con buganvilias en flor y ventanas de hierro forjado; un lugar famoso por el buen comer y el buen beber, la hospitalidad de sus habitantes y esa envidiable tranquilidad que prolonga cualquier sábado por la tarde, que estira el placer de un fin de semana que parece no tener fin.
Días de clima maravilloso y sobremesas que se alargan, eso es Tequisquiapan, un pintoresco pueblo dedicado al ocio y el descanso en todas su versiones: casas de fin de semana, pequeños hoteles boutique, restaurantes de cocina internacional y experiencias sibaritas a lo largo del corredor gastronómico más importante de Querétaro; la Ruta Arte, Queso y Vino.
Tequis, es desde su fundación, un destino para convivir con la familia, relajarse; de una tarde de compras en el mercado de artesanías o de madrugar para volar y verse entre las nubes, viendo el despertar del pueblo a bordo de una globo aerostático, para posteriormente tomar un recorrido por las queserías y viñedos más famosos del centro de México, con brindis incluido.
Tequisquiapan no es sólo famoso por su oferta hotelera sino también por los paisajes del semidesierto, la cultura del buen comer —y del buen beber—, sin dejar a un lado la diversión para una noche divertida o romántica, es sin lugar a duda, el Pueblo Mágico que cautiva para venir a celebrar ya sea solo, en pareja o con la familia.