La bandera
En EDITORIAL
El mes patrio sirve, sobra decirlo, para celebrar el país y su independencia, y – en un sentido más amplio – para voltear y reflexionar en pasado, presente y futuro sobre el territorio.
Querétaro es una región de tradiciones vivas que se mantienen a través de los años gracias a sus manifestaciones culturales, artesanales y gastronómicas, entre otras. Este mes queremos invitar al desfile de sus representaciones como un homenaje a aquellas costumbres que de alguna manera nos definen y que bien vale la pena celebrar.
De ahí que nuestra ruta trace un mapa que cruza el estado para conocer algunas de sus artesanías, muestras puntuales del talento que se expresa en las manos de sus habitantes y que forma colores y patrones, objetos que se vuelven pretexto para el viaje.
Hablamos con un músico de la Filarmónica del Estado, una tradición de abolengo musical de la cual debemos de sentirnos orgullosos, porque con sus orquestas México hace sonar la música de sus compositores, la misma que nos hace vibrar gracias a la pasión de sus instrumentos.
Te proponemos aprovechar el mes para andar de turista por tu propio estado; a que comiences una lista de lo que te falta por conocer y tomes los días libres como la oportunidad para ir tachando visitas pendientes.
La Basílica del Soriano en Colón es una de estas propuestas, un templo monumental que te dejará impresionado por su arquitectura barroca y su misión claramente indígena, mientras que en su museo los exvotos son testigos de los milagros otorgados, de la esperanza y la fe.
Para salir de la ciudad, te recomendamos dormir en un rancho en el verde municipio de Amealco y hacer del escapismo urbano. Esta sana costumbre de perderse en el campo y entrar en contacto con la naturaleza, una nueva tradición. A la par, te invitamos también a que recorras a caballo uno de los Pueblos Mágicos de Querétaro y descubras sus atractivos desde otra perspectiva.
Este septiembre ve a dar el Grito en Plaza, mira danzar los concheros del Templo de la Cruz y visita Tolimán para ser testigo del mestizaje. Festeja cada una de las tradiciones que nos hacen mexicanos y en especial, queretanos.