Natalicio de Benito Juárez: visita al monumento en el Cerro de las Campanas
En RUTA
En México, la llegada de la primavera viene acompañada de una celebración nacional: el Natalicio de Benito Juárez. El 21 de marzo de 1806, el expresidente nació en el pueblo de San Pablo Guelatao, en Oaxaca. ¿Por qué se celebra su nacimiento? Por la importancia que tiene este personaje para la historia de nuestro país: a través de Juárez —abogado y político de origen indígena— se consolidó el Estado mexicano. Fue una figura clave para sucesos históricos como la segunda intervención francesa, la Guerra de Reforma y la restauración republicana. Celebrar su nacimiento no solo es un día feriado, también es una manera de recordar cómo se construyó el México actual.
Esta ocasión, proponemos un paseo por Querétaro para reflexionar la importancia de este personaje histórico: una visita al Cerro de las Campanas, donde se encuentra el Monumento a Benito Juárez, realizado por el escultor Juan F. Olaguíbel en 1967. La enorme escultura se encuentra en el Cerro de las Campanas: el escenario donde, en 1867, culminó la caída del Segundo Imperio con el fusilamiento del emperador Maximiliano de Habsburgo y sus generales Miguel Miramón y Tomás Mejía. Muchos años después, durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, se decidió construir este monumento para conmemorar el centenario del triunfo republicano. La escultura es colosal y, en la historia del arte mexicano, fue una de las varias esculturas hechas por Olaguíbel en el siglo XX que todavía siguen de pie. Algunas de sus obras más conocidas son el Monumento al Pípila en Guanajuato y, a partir de un diseño de Vicente Mendiola Quezada, la Fuente de la Diana Cazadora que se encuentra en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México.
Ahora que comienzan los días de primavera, proponemos hacer una caminata de no más de 25 minutos entre el Museo de la Ciudad, donde se halla una placa que habla de las últimas horas de vida de Maximiliano, y el Cerro de las Campanas —simulando la ruta que hizo el emperador el día de su fusilamiento— para conocer el parque donde se encuentra el monumento (y disfrutar de otras vistas de la ciudad). Aprovechando la visita, recomendamos acudir otros dos atractivos que se encuentran ahí mismo: la Capilla de Maximiliano (construida por Austria a inicios del siglo XX para conmemorar su muerte) y el Museo Cerro de las Campanas (antes llamado Museo de la Magia del Pasado), un espacio para conocer de manera didáctica e interactiva los orígenes de Querétaro y entender por qué fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad. ¿Quieres saber más sobre el paso de Benito Juárez por la ciudad? A unos pasos del Jardín Guerrero se encuentra el Museo de la Restauración de la República, donde los objetos y maquetas en exhibición cuentan lo que significó el Sitio de Querétaro para el futuro del país. También hay una réplica de la celda donde pasó sus últimos días Maximiliano de Habsburgo.
¿Te animas a realizar esta ruta por la historia de Querétaro? Acércate a nuestra Oficina de Turismo o cualquiera de nuestros módulos de atención para organizar una visita más a fondo por los sitios de interés histórico que existen en la ciudad.
Tip de viaje: ir del Jardín Guerrero al Monumento a Benito Juárez es una caminata de aproximadamente 25 minutos. ¡Recuerda ponerte bloqueador! El Cerro de las Campanas es ahora un parque con árboles y áreas verdes. ¿Quieres alargar el paseo? Organiza un picnic para alargar la caminata.