Leer y filosofar desde la infancia

Contar cuentos es algo tan natural como bailar, cantar o cocinar. Es algo que los seres humanos hemos hecho desde hace miles de años para intentar esclarecer los misterios del mundo y la naturaleza. A partir de febrero, al iniciar una nueva etapa, La Biblioteca Infantil del Museo de la Ciudad abrió sus puertas para compartir relatos e historias con los más pequeños: cuentos de los hermanos Grimm, de Alejo Carpentier, de la tradición oral latinoamericana y oriental. Cada lunes, un lector invitado ofrece al público su propia selección de cuentos y, al finalizar, da la palabra a los niños para que ellos narren sus historias. El resultado es un banquete en donde es posible compartir la palabra e imaginar horizontes hacia donde emprender la aventura. 

Los jueves, de 4 a 6 de la tarde (hasta el 14 de abril), la Biblioteca se transforma en ágora infantil. El filósofo Alan Argüello (coordinador de los concurridos Cafés Filosóficos celebrados desde hace más de un año en el Museo de la Ciudad) dirige un taller que pretende establecer puentes de diálogo y reflexión crítica con chicos y grandes. Guiados por la premisa de que el ejercicio filosófico es una práctica que deriva de la observación y el juego, los asistentes a este taller se abren camino a través de dilemas éticos y existenciales, echando mano de recursos plásticos y literarios. Este taller confirma que la filosofía se practica cuando se propicia el convivio, y que la amistad da sentido a nuestras dudas y búsquedas vitales. 

Estas actividades son parte de un esfuerzo de la Biblioteca Infantil por recuperar a los pequeños lectores en estos tiempos pandémicos.