Explorando los mundos «extranjeros» de Querétaro

En ENTREVISTA

Por Redacción

 

 

Felipe Luna recuerda que de niño, al volver del cine, ideaba y se caracterizaba de personajes de la película que acababa de ver. Quizá ese recuerdo temprano le haya encaminado a trabajar, desde adolescente, en producciones audiovisuales, dirigiendo su primer cortometraje en 2017. Desde entonces ha participado como productor, guionista y director en producciones cinematográficas que han participado en festivales nacionales e internacionales, además de crear su empresa, AFLS Producciones, y ganar algunos estímulos como el PECDA Querétaro o ser el primer director mexicano seleccionado por la International Filmmaking Academy para participar en la Masterclass in Film Directing impartida por Andrey Zvyagintsev y presidida por Ruben Östlund. Nos platica sobre su más reciente proyecto, la antología mitológica Los hijos de la tierra, «en la que el espectador emprenderá un viaje junto a los protagonistas de las antiguas historias de diferentes civilizaciones alrededor del mundo, desdibujando la línea entre la fantasía y la realidad, redescubriendo el origen de las tradiciones que han formado nuestras culturas», tal y como la describe.

 


¿En qué consiste la miniserie Los hijos de
la tierra? ¿Cómo fue realizarla en Querétaro?


Este proyecto es un retrato que viene de mi profundo amor por la historia y la mitología, pero no la que aprendemos en los salones de clase, sino la que habita en las sombras del imaginario colectivo. Asimismo, la inspiración viene de la necesidad de compartir la riqueza y belleza que nos rodea, misma que yo he tenido la oportunidad de contemplar en mis viajes por Querétaro y el mundo. Todo el canon cultural, geográfico y religioso expresado aquí es verdadero, está inspirado en diferentes ceremonias, escritos históricos, científicos y religiosos —registros, investigaciones, diarios, cuentos, poemas, mitos y leyendas— de diferentes culturas de todo el mundo; inclusive los diálogos están pronunciados en su idioma original.


Desde el inicio nos encontramos con varios retos, pues la serie nació con tres objetivos. El primero, como un experimento para redescubrir las formas en las que hacemos el cine en el estado, tanto de manera técnica como de manera creativa; me atrevo a decir que es el proyecto más ambicioso (no el más caro ni el más grande) que se haya hecho en el estado por más de 100 personas apasionadas de diferentes disciplinas, desde los ya consagrados artistas con trayectoria, como los nuevos talentos que aportaron su visión fresca, todos aplicando recursos y herramientas innovadoras desde el desarrollo del proyecto hasta este punto de la postproducción en el que nos encontramos ahora. El segundo, como una manera para explorar y promocionar los diversos ecosistemas del estado, adentrándonos en estos mundos «extranjeros» sin salir de casa. Este fue uno de los mayores retos a nivel producción, pues llegamos a grabar en lugares donde nadie lo había hecho antes a nivel profesional y por ende abrir el camino en cuestión a todos los permisos y normativas para poder hacerlo de la mejor manera. Y el último, lograr un resultado de calidad comparable con las famosas series de las ya establecidas plataformas sin importar el presupuesto.

 

Si tuvieras que elegir un recuerdo particular
como espectador de cine, ¿cuál sería?

 


De los primeros recuerdos que tengo en la vida es que siempre que salía de las salas de cine llegaba a mi casa y me disfrazaba de algún personaje que inventaba sobre la película que había visto. Y las películas que más me atrapaban eran las que lograban presentar temas fantasiosos de una forma realista.

 


¿Qué lugares recomendarías en Querétaro para
las personas interesadas en cine y otras disciplinas
artísticas que te interesen?


Recomendaría principalmente ir al cine, que no se pierdan esa experiencia única de ver una película en la sala de cine, con los proyectores y sistemas de sonido para los que fueron creadas. También creo que hoy en día estamos en un momento único para la realización de cine en el estado, pues el nivel de producción ha crecido cualitativa y cuantitativamente. Hay más de cinco escuelas de cine que ofrecen clases especializadas, además de las carreras de comunicación de diferentes universidades. Pero también recomiendo mucho salir a las calles, ir a las casas y recintos culturales, las galerías, a los museos, y eventos artísticos que abundan en el estado; pues creo fielmente que ahí es donde está la mayor inspiración creativa y la riqueza de nuestra cultura.

 

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