Tradición de Día de Muertos
En RUTA
En Querétaro, como en todo México, a finales del mes de octubre y los primeros días de noviembre, se celebra el Día de Muertos, una de las festividades más emblemáticas de nuestra cultura que llena de expectativas a viajeros y habitantes, sea por el espectacular ambiente en las calles decoradas, los altares o por ese momento de alegría y solemnidad dedicado a recordar a los seres queridos que dejaron esta vida.
Casas, calles, plazas y panteones se llenan de veladoras, papel cortado, aroma a cempasúchil, altares y recuerdos en homenaje a todos aquellos ancestros y familiares que partieron de la vida orgánica, una mezcla especial entre luto y fiesta que nos ha dado identidad por más de tres siglos y que actualmente forma parte de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, inscrita formalmente desde 2008.
Una tradición excepcional
Querétaro es un estado de valiosísima historia, arquitectura, naturaleza y tradiciones, y entre estas se encuentran las tradiciones de los pueblos de raíces otomí chichimecas que aún perviven en nuestros días, sobre todo en el municipio de Tolimán y Amealco, donde la celebración del Día de Muertos se vive de manera especial.
En el Pueblo Mágico de Amealco los panteones son una verdadera fiesta de flores que adornan las tumbas del panteón municipal y de las comunidades indígenas otomí, lugares donde, además de ser un momento especial para recordar a los fallecidos, es un momento en que estas poblaciones estrechan lazos de identidad poniéndose al tanto de sus vidas, brindando por las generaciones que los precedieron.
En las comunidades otomíes de este municipio, donde existen también capillas familiares, existe un día especial en estas fechas en las que se realizan rezos dedicados a las Almas del Purgatorio, donde las familias no sólo oran por sus familiares, sino por los antiguos ancestros a quienes honran de manera solemne, llenando de rezos, velas y alimentos para recibir la visita de sus muertos en los hogares.
Por su parte, en Tolimán estos antiguos rituales toman un aire místico, pues la gran cantidad de estas capillas familiares, donde se encuentran en ocasiones los restos de sus seres queridos, llenan las noches del fantástico semidesierto con rezos durante la noche, y se realizan procesiones a las cercanías de la Peña de Bernal, por ser un lugar sagrado para estas comunidades indígenas; en estas procesiones muchas familias tolimenses aprovechan estas fechas para orar y pedir a los ancestros por el eterno descanso de los fallecidos y la salud para los vivos, por lo que no es raro escuchar los cuetes a lo lejos.
La fiesta
En todo el territorio queretano la celebración del Día de Muertos es una fiesta, en todos los municipios se realizan concursos de altares y la creatividad aflora como el cempasúchil, volviendo algo digno de contemplar y disfrutar en las plazas y jardines principales de los municipios.
En la capital queretana no es la excepción. Un altar monumental adorna Plaza de Armas, cada año más espectacular y creativo, frente al histórico Palacio de Gobierno, que hace homenaje a un personaje emblemático de la ciudad, para honrar la historia en un lugar desbordante de ella, como es la ciudad de Querétaro.
Además, tanto en la ciudad capital como en el Pueblo Mágico de Bernal, los recorridos de leyendas, donde las almas en pena y los misterios que han quedado en la memoria colectiva, beben de aquella enigmática aura que se genera en estas fechas tan especiales para todo mexicano, lo que los hace algo digno de disfrutar durante estos días.
2020 fue un año sin precedentes, si bien días como estos no pudieron celebrarse como siempre, la tradición seguirá viva, renovándose de creatividad al tiempo que fortalece las raíces de una cultura como la nuestra, y Querétaro siempre está en busca de hacer de la celebración del tradicional Día de Muertos una mejor experiencia para ponerte de buenas.
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