El Galpón. Platillos con sazón familiar entre objetos antiguos
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En Argentina, un galpón es una construcción amplía que suele ocuparse para guardar cosas antiguas, una suerte de bodega o garaje. De ahí el nombre de este restaurante argentino, el cual está decorado con memorabilia que va de discos de acetato a playeras de fútbol y muebles vintage (algunos donados por clientes, familiares o amigos). Si quieres disfrutar de una empanada o pizza preparadas en un horno de leña, puedes asomarte a este sitio al interior –o, mejor dicho, al fondo– del Séptimo Hostal.
El Galpón surgió con la idea de ofrecer algo del “barrio”, que no fuera pretencioso, sino más bien que recordara a esa sazón que tienen los platillos que se comparten con la familia un domingo por la tarde. Con un servicio de martes a viernes de 18:30 a 23:00 horas, Hugo, su chef, ofrece un menú principalmente de entradas, como provolone y portobello al sartén, pizzas, empanadas argentinas y pizzanesas (una milanesa empanizada de res cubierta con salsa de tomate, queso y el topping de preferencia). La mayoría de los platillos se preparan en un horno de leña, lo que le da un peculiar sabor ahumado.
Los sábados, además de este menú, también tienen los “especiales del finde”, que son cuatro o cinco platillos que van variando fin con fin: a veces hay mollejas con crema, canelones de pato y setas, espárragos a la parmesana, sándwich de bondiola, lasaña o matambres, entre muchos otros. Esos días el servicio comienza desde las 15:30 horas. Además, si la intención es comer en casa, ofrecen las “prepizzas”, una excelente opción cuando tienes flojera de cocinar, ya que son unas bases de pizza con salsa de tomate o cebolla que se pueden congelar hasta por seis meses. Para el momento del antojo, basta con sacarlas, esperar unos minutos y cocinarlas con tus ingredientes favoritos en horno de gas, eléctrico o hasta en una sartén.
El Galpón está ubicado al fondo del hostal, y las personas que entran no se imaginan que existe ese lugar: está muy escondido y para entrar tienes que tocar el timbre. A Angie y Hugo les gusta pensar que son como un speakeasy de la comida y la bebida, ya que en este sitio decorado con muchísimas curiosidades también puedes tomarte una cerveza, un vino (¡los tintos de verano son garantía!) o un destilado.