Metafísica del aperitivo Stéphan Lévy-Kuentz
En CULTURA
Esta novela breve se descuelga como una tarde en que se pierden el tiempo y la cuenta. En ella, un hombre se sienta en la terraza de un bistró parisino de Montparnasse y, copa en mano, mezcla en un soliloquio reflexiones sobre lo que observa, lo que recuerda, lo que leyó, «alcanzando el cénit íntimo de la paradójica lucidez que procura el alcohol». Para José María Guelbenzu, reseñista de El País, los pensamientos, opiniones y observaciones del monologante traen consigo una sugestiva mirada al mundo desde la inmovilidad del ocioso que contempla «en uno de esos espacios de tiempo que, como la luz del día que se va dirigiendo poco a poco hacia el atardecer, expone la reflexión emocional de una vida hecha».