Con una cocinera del semidesierto
En ENTREVISTA
Doña Conchita despilfarra nobleza, carisma y sonrisas, pero son sus manos precisas y serenas, las que lucen su mejor talento: la cocina típica. Ella se ha convertido en la cocinera de muchas personas del municipio de Tolimán, incluso nos cuenta que ha llegado a preparar banquetes para hasta 5,000 personas. Mole de danzas, tostadas de viajero, atole de maíz crudo… son sólo nombre de algunos de sus platillos estrella que de por sí ya tienen nombres que resguardan grandes historias.
¿Cómo se inició en la cocina?
Inicié de una manera muy espontánea. Me enseñó un tío que epd, a quien le decían Nichito. Él tenía mucha creatividad dentro del arte culinario. A partir de esas enseñanzas me fui a otros lugares a conocer más sobre la cocina.
¿Qué lugares ha visitado?
Varias partes del estado, de la República Mexicana y algunos otros países; trabajé un tiempo en Puerto Vallarta, representé al estado en Guadalajara, he asistido a certámenes en San Luis Potosí, Tijuana y Mérida. También visité Belice. Todo a través de la cocina.
¿Qué es lo que más le gusta cocinar?
Todo lo típico del municipio de Tolimán, incluyendo los garbanzos. Me gusta preparar la costillita de puerco con nopales o el pollo en mixiote con hoja de aguacate. Uno de mis secretos es no ponerle mucha grasa a la comida, ya que nuestros antepasados no la ocupaban.
¿Cuáles son sus platillos favoritos?
A mí me gustan mucho los frijolitos con nopales acompañados de un chile verde despicado, también el mole de la región conocido como picosito. Los dulces de biznaga como postre y en general, las cosas más sencillas.
¿En qué consiste la comida semidesértica?
Consiste en muchos ingredientes, tanto flora y fauna, por ejemplo las tantarrias, que son unos insectos que gustan mucho. Sin embargo todo depende de lo que ofrece el cerro y la temporada del año. La verdad es que no hay mucho de qué agarrar, pero sí mucho ingenio.
¿Cuál es el mejor lugar para encontrar ingredientes?
Muchos ingredientes los encontramos en el mercado de nuestra cabecera municipal, sin embargo no siempre encontramos todo lo que queremos, por ello hay que visitar los cerros para recolectar justo lo que se está buscando.