El cazo
En EDITORIAL
Entendemos, desde nuestro andar de turista, que la gastronomía es en sí mucho más que un asunto de comida, se vuelve una expresión de las tradiciones y de la cultura que encierra un territorio.
En el caso de Querétaro, se trata del encuentro entre tradiciones milenarias, indígenas, propias de estas tierras y otras, que llegaron con la presencia española. Es el caso, por ejemplo, de la cocina conventual que vino a mezclarse con la herencia de las culturas chichimecas y hñahñu, entre otras.
Más allá de las ya famosas enchiladas queretanas, existen otros platillos que hablan de las distintas regiones y tradiciones de Querétaro: la barbacoa de Cadereyta; las gorditas de maíz de Colón; los bocoles de Landa de Matamoros o los pambazos de Santiago de Querétaro.
Además de estos platillos clásicos o tradicionales, Querétaro tiene vocación de modernidad y nuevas voces y propuestas de chefs queretanos van reinventando recetas de la región, llegando a propias e insospechadas conclusiones.
Este mes, te invitamos a descubrirlas, las nuevas propuestas y algunas otras, más tradicionales. En la misma ciudad, los antojos cambian según la hora del día y tenemos recomendaciones desde la madrugada hasta el anochecer.
También entrevistamos a un chef, paseamos por el lado más sabroso de Colón, fuimos a un bar como ya no los hacen, aprendimos a cocinar, hicimos un recuento de las panaderías más suculentas, comimos en nombre de la amistad y apaciguamos el calor con un helado.
Aprovecha agosto para consentir el paladar, para darle sorpresas a tus papilas gustativas y hacer un viaje por aquellos condimentos, recetas e ingredientes que son reflejo de la historia queretana y de su actualidad.