Un día en el museo de arte de Querétaro.

En CULTURA

por José María Guadalupe.

 

Siendo uno de los recintos más longevos e importantes del estado, es difícil decir algo que no haya sido dicho antes sobre el lugar en que se halla el Museo de Arte de Querétaro. Este edificio fundado en el siglo XVIII, con una magnificencia en su claustro, vivió primero un largo siglo de vida conventual, experimentando en los últimos doscientos años cambios en su uso como cuartel y Palacio Federal, entre otros. Con el propósito de su 36 aniversario, le propusimos a quien lo vive día a día, el muséografo del MAQRO, José María Guadalupe Cabrera Hernández, que escribiera sobre el sitio que tan bien conoce: su expertise en la iconografía del claustro es peculiar y sobresaliente. Tras la apertura de sus puertas como Museo de Arte de Querétaro en 1988, el claustro retornó «por vía del arte, a su antigua función humanista y educadora», tal y como recuerda el filósofo autor de este texto.

 

 

El sol aparece y acaricia lentamente la cantería que laboriosas manos labraron hace ya casi 300 años. La va sacando del gris letargo de la noche para irla encendiendo con una paleta cálida y acogedora, insuflándola de vida. Una cantería que no puede negar su origen: rosácea —como decía Homero que eran los dedos de la Aurora—, extraída de las entrañas de la tierra queretana. El exconvento de San Agustín en Querétaro, destinado en un principio al estudio, la meditación, el recogimiento y el ascetismo, conoció diversos destinos a lo largo de esos tres siglos: escuela teologal, cuartel, establo, palacio federal… museo. Y precisamente por esta última misión asumida es que el centenario inmueble ha retornado, desde el 22 de septiembre de 1988, a su vocación educativa y difusora de la cultura. Este retorno, aunado a subsiguientes restauraciones y adecuamientos, ha supuesto un acertado rescate de una joya arquitectónica de nuestro pasado colonial. Una casa dedicada a la belleza y la contemplación no puede más que florecer y colmarse de espíritu vital.

 

 

TRADICIÓN Y CONTEMPORANEIDAD EN ARMONÍA

 

Una obra de arte que alberga obras de arte, ese es sin duda el MAQRO: el claustro barroco más bello de Latinoamérica ofrece espacio al arte, la música, la literatura, la danza, el teatro, los encuentros académicos y la filantropía. Asimismo, ha establecido un punto donde se encuentran en armonía la tradición y la contemporaneidad, el clasicismo y la innovación, la historia y el devenir de nuestros días. Dotado, asimismo, de un carácter cosmopolita, en sus espacios dialogan lo local, lo nacional y lo internacional.

 

 

Tras contemplar extasiados la compleja iconografía del patio, acompañada del canto acuático de la fuente, poblada de Hermes, pegasos, felinos, ángeles, demonios, santos, místicas y sacerdotes, pasamos a las salas; ahí podremos encontrar tanto arte producido durante el período virreinal y del México Independiente, como arte moderno y contemporáneo. Arte queretano, mexicano y extranjero. Sus salas temporales han albergado tanto exposiciones individuales y colectivas, como muestras monográficas e históricas. En pocos lugares se puede experimentar al mismo tiempo el éxtasis del misticismo novohispano y el asombro y frescura del arte actual. Desde la experiencia artística de lo sacro al lirismo lúdico de nuestro arte, el MAQRO ofrece una oportunidad excepcional para el deleite estético de su atento público.

 

 

AL OTRO LADO DEL ESPEJO

 

Este septiembre, el MAQRO celebrará su 36 aniversario con la exposición «Al otro lado del espejo», que reúne a más de una veintena de artistas de San Antonio, Texas, en un ejercicio de hermanamiento con nuestra ciudad, reconociendo el vínculo histórico y cultural que nos estrecha. Un vínculo construido paso a paso por los frailes franciscanos que, saliendo del Convento de la Santa Cruz, se dirigían norte a extender su labor misionera y colonizadora. Arte de nuestros hermanos nacidos en Estados Unidos, inmerso en nuestra cultura compartida, plena de color, alegría, irreverencia, sensualidad, pero también nostalgia y, necesariamente, el sabor que aporta la cultura estadounidense contemporánea. Una exposición en la que unos y otros nos reconocemos, en nuestra identidad y diferencia. Por todo ello, los invitamos a pasar un día en el MAQRO, casa de cantera y arte.

 

Te pueden interesar también

MÁS ALLÁ DE LA PEÑA: BERNAL ENTRE MUSEOS

CULTURA

"Aquí, el tiempo parece combinarse: el pasado con el presente, los recuerdos con el porvenir".

Leer ahora
Navidad en la ciudad

CULTURA

La época decembrinas ha llegado a Querétaro, y ¡todo lo que tienes que saber de esta inolvidable celebración!

 

 

Leer ahora
Un paisaje para vestir

CULTURA

La tradición artesanal textil en Querétaro es una herencia viva que no solo es historia, sino también es un presente de imaginación que dibuja los cerros, las flores, los campos y los animales del semidesierto y los bosques del estado.

Leer ahora